LA VOZ DE DIOS, Y LA ACCIÓN DEL REMEDIO ÚNICO
Dios está presente cuando ponemos nuestra intención en escucharlo.
La medicina chamánica enseña, que todo lo que imaginamos existe, desde el momento que le damos espacio en nuestra manera de reconocer el universo.
De aquí podemos caminar, crecer, renovar nuestras células, respirar, transpirar, evacuar, ver, oír, tocar, oler, gustar, como perceptores que somos, partiendo de la infinita abundancia a nuestra disposición.
El vivir sin razón, sin sentido, es la mayor pobreza que abre las puertas de la miseria en todas sus dimensiones, empezando por la carencia siempre presente de la falta de acogimiento de la materia: NO TENGO DINERO, y se extiende a ese me falta CORAZÓN, me falta FE, y no encuentro la reconciliación con mi alma.
La filosofía de los estoicos se basa en CREAR LOS HOSPITALES DEL ALMA. Que podamos asistir a un lugar concreto donde reparemos, curemos, espabilemos, fortalezcamos, y aprendamos a cuidar de la fuerza de nuestro espíritu, al que dotemos de razón, para alcanzar los fines de nuestra existencia, que son LA GRATITUD, LA PERTENENCIA Y LA VOLUNTAD de aceptar los designios del espíritu.
Con el exceso de temor a no poder ser uno mismo, con su NO aceptación, se produce la artificial separación, fragmentación entre el arte y la ciencia, entre el todo y la parte, entre la célula y el organismo entero, entre lo más pequeño y lo más grande, entre el día y la noche, lo masculino y lo femenino, el yin y el yang, como si las plantas no dependieran de los minerales, y nosotros animales, pudiéramos agenciárnoslas sin los seres vivos vegetales.
La medicina digna de ese nombre, cuya vocación es aprovechar la dirección de estar cada vez más sanos, se centra en la interdependencia del todo y de la parte, lo psicosomático y lo somato psíquico, y así la contempla en la toma del caso, donde el encuentro con todo ser humano está cargado de respeto a esta común creación divina, que a la misma vez que no se enfoca especial, si se estudia como individual, lo que nos lleva a un único dinamismo vital con sus características raras y peculiares, que nos dan la fórmula de un solo medicamento.
Los medicamentos, estudian en su experimentación en el ser humano lo más sano posible, que en sus síntomas mentales manifiesta el complejo de carencia por estar en la fantasía de la separación, adoptando los roles de enfoque ilusorio, de tenerse que defender de esta situación realmente inexistente, adoptando las maneras de falta de estructura, (medicamento mineral), exceso de sensibilidad a los movimientos externos, (medicamento vegetal), lucha sin cuartel ante la agresión a vida o muerte de los que nos amenazan (medicamento animal), carencia de adaptación a las fuerzas físicas que circulan por el universo, ( imponderables), y el estar atrapado en la puerta del miasma predominante sin movimiento de recuperación (nosodes).
Cuando hasta los sacerdotes católicos que tienen fe en los milagros nos dicen que la medicina homeopática no es científica, nuestra respuesta a la luz de lo que sí sabemos, es decirles que NO ES SOLO CIENTÍFICA, sino que es mucho más amplia, porque nos habla de la parte y del todo, y del como es arriba es abajo, que fue el LOGOTIPO, que la sociedad de médicos homeópatas andaluces mantuvo en su representación de intención del pentágono de cuyos ángulos parten las líneas que generan, un pentágono más grande y más pequeño.
Este LOGO, ESTUVO VIGENTE MIENTRAS FUI MIEMBRO Y PRESIDENTE DE ESTA ASOCIACIÓN, (aún no había cumplido los 30 años), hasta que al dimitir de mi puesto por vocación de necesaria unidad, se quedó en manos de los narcisistas sevillanos, que lo reemplazaron por el afán localista de las columnas de Hércules, ésas que presiden la Alameda vecina al barrio de la MACARENA.
Dejamos de ser una asociación con idea de lo universal, donde todos tenemos cabida, para dedicarnos al chovinismo reduccionista más extremo, con una percepción individualista de la salud y el bienestar que no ha vuelto a recoger los principios y la intención de los maestros médicos cuyo conocimiento nos precede, escorados cada vez más al estudio espacial de lo local, y al discernimiento del tiempo, como un presente carente de historia temporal biográfica de cada ser humano concreto.
La memoria de quienes hemos sido es tan importante para el discernir de donde estamos, como los planes y las metas, de adonde nos dirigimos.
REFLEXIONAR es la herramienta de utilidad práctica para aprender a estar sanos, de índole primordial. El observarnos en la quietud de nuestro ser, y en la serenidad de esa total seguridad en la providencia que nos acoge y nos conforta con cada latido y con cada respiración.
Los místicos, los metafísicos, los santos, los artistas, los filósofos, los cantantes y los danzarines, los efímeros y los eternos, los colores, los sonidos y la músicas de las esferas, nos acompañan en una permanente y presente cercanía que lo único que necesita, es que les pongamos palabras, las verbalicemos, para hacerlas presentes, porque desde el momento en que las incorporamos a nuestro vocabulario cotidiano, ya llegan para quedarse con nosotros.
TODO LO QUE NOS INUNDA DE GRACIA, NOS HACE ESTAR SANOS. Y esto es lo que la farmaindustria intenta, con su despliegue de propaganda, que no se tenga ni su más mínimo recuerdo. Por eso se va secuestrando el lenguaje y a los médicos, para sustituirlos por los farmacéuticos, los valores normales y las pruebas complementarias, y LOS PROTOCOLOS CARENTES DEL ENCUENTRO HUMANO ENTRE EL MÉDICO Y EL PACIENTE, sustituyéndose de forma exponencial, por la inteligencia artificial.
Saquemos del secuestro las palabras como ETERNIDAD, LEALTAD, GRACIA, PERSEVERANCIA, VALOR, GENTILEZA, VOLUNTAD, CELEBRACIÓN, RISA, CANTO, HONRADEZ, VERDAD… INCORPORÁNDOLAS AL DISCURSO COTIDIANO.
La simple pregunta: ¿Queremos seguir siendo humanos, o transformarnos desde nuestro ADN en objetos producto de una evolución artificial, con microchips injertados desde el nacimiento en úteros de cristal, en una factoría granja de cultivo de humanoides?
La realidad siempre supera a la fantasía.
Es más que fácil recuperar el sentido del poder personal, desde el momento que agradecemos a la vida que nos da tanto de forma sistemática, y rezamos para entrar en contacto con el CREADOR EN UNA DISCIPLINA DE ENCUENTRO COTIDIANO.
La voz de Dios es la fuente de la calma, del sosiego, del sentido, de la salud, de la unidad, la armonía y el sereno discernimiento. Solo tenemos que creer en ello desde la humildad de ponernos a considerarla, con sosiego y frugalmente, (sin prisas, y sin glotonería), disfrutarla y repartirla.
La dilución y la dinamización de los remedios homeopáticos, nos presenta la enseñanza de las dosis infinitesimales, la mínima cantidad, y su movimiento sencillo que sacude como resultado nuestras consciencias, porque al entrar en acción, disuelven poco a poco nuestra fantasía de carencia aislada, para regresar a la manifestación de la plenitud en compañía de la música de las cadenas de electrones de los átomos, hasta el coro que canta en armonía con las estrellas.
Dr. Angel Lara, incorporando poesía a los argumentos racionales, para entender y vivir en la gracia del paraíso, del que nunca hemos salido la especie humana, más que en nuestra imaginación.
13/3/2023.
Comments